TENEMOS OTRA OPORTUNIDAD...

Hoy escuché como en Paraná (Entre Ríos) se debaten por permitirle o no abortar a una niña con capacidades diferentes que sufrió una violación y fuera de entrar en disputas, creo se están olvidando del derecho. En contra o no moralmente, existe una ley a favor de que se interrumpa el embarazo de aquellas personas deficientes en caso de violación. La justicia la ampara mas allá del derecho de la persona por nacer, entonces, que se esta discutiendo. Por que demorar tanto cuando se necesita celeridad en un caso así y condenar al abusador, en todo caso, preocuparse por eso?! No entiendo... y saltando a otra provincia me encontré con el bochorno de las elecciones en Córdoba... y me dieron ganas de escribir... y ya se que soy un poco reiterativa... pero...

Alguien decía alguna vez que la revolución aprovecha la circunstancia. O sea, las sociedades tienen por ahí, de vez en cuando, brotes de descontento, pero no se traducen en general como revoluciones si no como cambios. Por ejemplo, los piquetes en Cutral Có, las protestas por la tala de árboles en Salta, las elecciones en Santa Fe o Tierra del Fuego... y en esto me quiero explayar... En estas dos provincias se dieron elecciones ejemplares, que a lo mejor, no fueron a favor de un partido político en detrimento de otros. Pero si fue creo la expresión telúrica de “que se vayan todos” de Buenos Aires en el cacerolazo. Esta vez, no dijmos que se vayan todos, pero si fue un claro “Tenemos otra oportunidad”.

Si nos pidieran escribir una preocupación social, bien entendida, social!... no individual como puede ser “el perro del vecino hace popo en la puerta de mi casa”, serían muchas las listas; pero ¿que pasaría si aquellas personas que tienen diferentes preocupaciones se convocaran para encontrar similitudes? ¿Podríamos encontrar una idea común a las inquietudes de todos los que componemos un colectivo llamado país? Creo que sí! Si los grupos de la explotación minera a cielos abiertos se unieran a las organizaciones contra el modelo sojero en América Latina, o a los ecologistas de Entre Ríos, o a los Mapuches de Los Toldos (por citar alguna de las comunidades de nuestros hermanos originarios), y/o a otros sectores que luchan por los llamados “derechos difusos”, y se les preguntara en qué coinciden, el resultado sería una sorpresa porque a poco de transitar un camino común, nos daríamos cuenta de que a todos nos interesa la conservación del planeta. Todos queremos que haya menos corrupción en los poderes del Estado y que gobiernen los mejores. Todos queremos educación, un servicio de salud mejor y que no se haga un negocio de ella, y así podríamos mencionar muchos otros deseos colectivos. Es decir si nos uniéramos en un camino común, la fuerza sería arrolladora. Por eso, y a unos meses de las elecciones presidenciales, esta bueno tener presente la circunstancia para que se provoque la revolución, el cambio... Otra vez estaremos frente a la posibilidad de decidir y decir “tenemos otra oportunidad”.